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TERRITORIO DIAGUITAGHASTA

DERECHO A LA COMUNICACIÓN CON IDENTIDAD

31 de diciembre de 2016

La globalización ha muerto

31 de diciembre de 2016

El desenfreno por un inminente mundo sin fronteras, la algarabía por la constante jibarización de los Estados-nacionales en nombre de la libertad de empresa y la cuasi religiosa certidumbre de que la sociedad mundial terminaría de cohesionarse como un único espacio económico, financiero y cultural integrado, acaban de derrumbarse ante el enmudecido estupor de las élites globalófilas del planeta.

La renuncia de Gran Bretaña a continuar en la Unión Europea –el proyecto más importante de unificación estatal de los últimos 100 años– y la victoria electoral de Trump –que enarboló las banderas de un regreso al proteccionismo económico, anunció la renuncia a tratados de libre comercio y prometió la construcción de mesopotámicas murallas fronterizas–, han aniquilado la mayor y más exitosa ilusión liberal de nuestros tiempos. Y que todo esto provenga de las dos naciones que hace 35 años atrás, enfundadas en sus corazas de guerra, anunciaran el advenimiento del libre comercio y la globalización como la inevitable redención de la humanidad, habla de un mundo que se ha invertido o, peor aún, que ha agotado las ilusiones que lo mantuvieron despierto durante un siglo.

Y es que la globalización como meta-relato, esto es, como horizonte político ideológico capaz de encausar las esperanzas colectivas hacia un único destino que permitiera realizar todas las posibles expectativas de bienestar, ha estallado en mil pedazos. Y hoy no existe en su lugar nada mundial que articule esas expectativas comunes; lo que se tiene es un repliegue atemorizado al interior de las fronteras y el retorno a un tipo de tribalismo político, alimentado por la ira xenofóbica, ante un mundo que ya no es el mundo de nadie.

La medida geopolítica del capitalismo

Quien inició el estudio de la dimensión geográfica del capitalismo fue Marx. Su debate con el economista Friedrich List sobre el “capitalismo nacional” en 1847 y sus reflexiones sobre el impacto del descubrimiento de las minas de oro de California en el comercio transpacífico con Asia, lo ubican como el primer y más acucioso investigador de los procesos de globalización económica del régimen capitalista. De hecho, su aporte no radica en la comprensión del carácter mundializado del comercio que comienza con la invasión europea a América sino en la naturaleza planetariamente expansiva de la propia producción capitalista.

Las categorías de subsunción formal y subsunción real del proceso de trabajo al capital con las que Marx devela el automovimiento infinito del modo de producción capitalista, suponen la creciente subsunción de la fuerza de trabajo, el intelecto social y la tierra, a la lógica de la acumulación empresarial, es decir, la supeditación de las condiciones de existencia de todo el planeta a la valorización del capital. De ahí que en los primeros 350 años de su existencia, la medida geopolítica del capitalismo haya avanzado de las ciudades-Estado a la dimensión continental y haya pasado, en los últimos 150 años, a la medida geopolítica planetaria.

La globalización económica (material) es pues inherente al capitalismo. Su inicio se puede fechar 500 años atrás, a partir del cual habrá de tupirse, de manera fragmentada y contradictoria, aún mucho más.

Si seguimos los esquemas de Giovanni Arrighi en su propuesta de ciclos sistémicos de acumulación capitalista a la cabeza de un Estado hegemónico: Génova (siglos XV-XVI), los Países Bajos (siglo XVIII), Inglaterra (siglo XIX) y Estados Unidos (siglo XX), cada uno de estos hegemones vino acompañado de un nuevo tupimiento de la globalización (primero comercial, luego productiva, tecnológica, cognitiva y, finalmente, medio ambiental) y de una expansión territorial de las relaciones capitalistas. Sin embargo, lo que sí constituye un acontecimiento reciente al interior de esta globalización económica es su construcción como proyecto político-ideológico, esperanza o sentido común, es decir, como horizonte de época capaz de unificar las creencias políticas y expectativas morales de hombres y mujeres pertenecientes a todas las naciones del mundo.

El “fin de la historia”

La globalización como relato o ideología de época no tiene más de 35 años. Fue iniciada por los presidentes Ronald Reagan y Margaret Thatcher, liquidando el Estado de bienestar, privatizando las empresas estatales, anulando la fuerza sindical obrera y sustituyendo el proteccionismo del mercado interno por el libre mercado, elementos que habían caracterizado las relaciones económicas desde la crisis de 1929.

Ciertamente fue un retorno amplificado a las reglas del liberalismo económico del siglo XIX, incluida la conexión en tiempo real de los mercados, el crecimiento del comercio en relación al Producto Interno Bruto (PIB) mundial y la importancia de los mercados financieros, que ya estuvieron presentes en ese entonces. Sin embargo, lo que sí diferenció esta fase del ciclo sistémico de la que prevaleció en el siglo XIX fue la ilusión colectiva de la globalización, su función ideológica legitimadora y su encumbramiento como supuesto destino natural y final de la humanidad.

Y aquellos que se afiliaron emotivamente a esa creencia del libre mercado como salvación final no fueron simplemente los gobernantes y partidos políticos conservadores, sino también los medios de comunicación, los centros universitarios, comentaristas y líderes sociales. El derrumbe de la Unión Soviética y el proceso de lo que Gramsci llamó transformismo ideológico de ex socialistas devenidos en furibundos neoliberales, cerró el círculo de la victoria definitiva del neoliberalismo globalizador.

¡Claro! Si ante los ojos del mundo la URSS, que era considerada hasta entonces como el referente alternativo al capitalismo de libre empresa, abdica de la pelea y se rinde ante la furia del libre mercado –y encima los combatientes por un mundo distinto, públicamente y de hinojos, abjuran de sus anteriores convicciones para proclamar la superioridad de la globalización frente al socialismo de Estado–, nos encontramos ante la constitución de una narrativa perfecta del destino “natural” e irreversible del mundo: el triunfo planetario de la libre empresa.

El enunciado del “fin de la historia” hegeliano con el que Fukuyama caracterizó el “espíritu” del mundo, tenía todos los ingredientes de una ideología de época, de una profecía bíblica: su formulación como proyecto universal, su enfrentamiento contra otro proyecto universal demonizado (el comunismo), la victoria heroica (fin de la guerra fría) y la reconversión de los infieles.

La historia había llegado a su meta: la globalización neoliberal. Y, a partir de ese momento, sin adversarios antagónicos a enfrentar, la cuestión ya no era luchar por un mundo nuevo, sino simplemente ajustar, administrar y perfeccionar el mundo actual pues no había alternativa frente a él. Por ello, ninguna lucha valía la pena estratégicamente pues todo lo que se intentara hacer por cambiar de mundo terminaría finalmente rendido ante el destino inamovible de la humanidad que era la globalización. Surgió entonces un conformismo pasivo que se apoderó de todas las sociedades, no solo de las élites políticas y empresariales, sino también de amplios sectores sociales que se adhirieron moralmente a la narrativa dominante.

La historia sin fin ni destino

Hoy, cuando aún retumban los últimos petardos de la larga fiesta “del fin de la historia”, resulta que quien salió vencedor, la globalización neoliberal, ha fallecido dejando al mundo sin final ni horizonte victorioso, es decir, sin horizonte alguno. Trump no es el verdugo de la ideología triunfalista de la libre empresa, sino el forense al que le toca oficializar un deceso clandestino.

Los primeros traspiés de la ideología de la globalización se hacen sentir a inicios de siglo XXI en América Latina, cuando obreros, plebeyos urbanos y rebeldes indígenas desoyen el mandato del fin de la lucha de clases y se coaligan para tomar el poder del Estado. Combinando mayorías parlamentarias con acción de masas, los gobiernos progresistas y revolucionarios implementan una variedad de opciones posneoliberales mostrando que el libre mercado es una perversión económica susceptible de ser reemplazada por modos de gestión económica mucho más eficientes para reducir la pobreza, generar igualdad e impulsar crecimiento económico.

Con ello, el “fin de la historia” comienza a mostrarse como una singular estafa planetaria y nuevamente la rueda de la historia –con sus inagotables contradicciones y opciones abiertas– se pone en marcha. Posteriormente, en 2009, en EE.UU. el hasta entonces vilipendiado Estado, que había sido objeto de escarnio por ser considerado una traba a la libre empresa, es jalado de la manga por Obama para estatizar parcialmente la banca y sacar de la bancarrota a los banqueros privados. El eficienticismo empresarial, columna vertebral del desmantelamiento estatal neoliberal, queda así reducido a polvo frente a su incompetencia para administrar los ahorros de los ciudadanos.

Luego viene la ralentización de la economía mundial, pero en particular del comercio de exportaciones. Durante los últimos 20 años, este crece al doble del Producto Interno Bruto (PIB) anual mundial, pero a partir del 2012 apenas alcanza a igualar el crecimiento de este último, y ya en 2015 es incluso menor, con lo que la liberalización de los mercados ya no se constituye más en el motor de la economía planetaria ni en la “prueba” de la irresistibilidad de la utopía neoliberal.

Por último, los votantes ingleses y norteamericanos inclinan la balanza electoral a favor de un repliegue a Estados proteccionistas –si es posible amurallados–, además de visibilizar un malestar ya planetario en contra de la devastación de las economías obreras y de clase media, ocasionado por el libre mercado planetario.

Hoy, la globalización ya no representa más el paraíso deseado en el cual se depositan las esperanzas populares ni la realización del bienestar familiar anhelado. Los mismos países y bases sociales que la enarbolaron décadas atrás, se han convertido en sus mayores detractores. Nos encontramos ante la muerte de una de las mayores estafas ideológicas de los últimos siglos.

Sin embargo, ninguna frustración social queda impune. Existe un costo moral que, en este momento, no alumbra alternativas inmediatas sino que –es el camino tortuoso de las cosas– las cierra, al menos temporalmente. Y es que a la muerte de la globalización como ilusión colectiva no se le contrapone la emergencia de una opción capaz de cautivar y encauzar la voluntad deseante y la esperanza movilizadora de los pueblos golpeados. La globalización, como ideología política, triunfo sobre la derrota de la alternativa del socialismo de Estado, esto es, de la estatización de los medios de producción, el partido único y la economía planificada desde arriba. La caída del muro de Berlín en 1989 escenifica esta capitulación. Entonces, en el imaginario planetario quedo una sola ruta, un solo destino mundial. Y lo que ahora está pasando es que ese único destino triunfante también fallece, muere. Es decir, la humanidad se queda sin destino, sin rumbo, sin certidumbre. Pero no es el “fin de la historia” –como pregonaban los neoliberales–, sino el fin del “fin de la historia”; es la nada de la historia.

Lo que hoy queda en los países capitalistas es una inercia sin convicción que no seduce, un manojo decrépito de ilusiones marchitas y, en la pluma de los escribanos fosilizados, la añoranza de una globalización fallida que no alumbra más los destinos. Entonces, con el socialismo de Estado derrotado y el neoliberalismo fallecido por suicidio, el mundo se queda sin horizonte, sin futuro, sin esperanza movilizadora. Es un tiempo de incertidumbre absoluta en el que, como bien intuía Shakespeare, “todo lo sólido se desvanece en el aire”. Pero también por ello es un tiempo más fértil, porque no se tienen certezas heredadas a las cuales asirse para ordenar el mundo. Esas certezas hay que construirlas con las partículas caóticas de esta nube cósmica que deja tras suyo la muerte de las narrativas pasadas.

¿Cuál será el nuevo futuro movilizador de las pasiones sociales? Imposible saberlo. Todos los futuros son posibles a partir de la “nada” heredada. Lo común, lo comunitario, lo comunista es una de esas posibilidades que está anidada en la acción concreta de los seres humanos y en su imprescindible relación metabólica con la naturaleza. En cualquier caso, no existe sociedad humana capaz de desprenderse de la esperanza. No existe ser humano que pueda prescindir de un horizonte, y hoy estamos compelidos a construir uno. Eso es lo común de los humanos y ese común es el que puede llevarnos a diseñar un nuevo destino distinto a este emergente capitalismo errático que acaba de perder la fe en sí mismo.

Álvaro García Linera

30 de diciembre de 2016

ENTREVISTA A LA COPLERA SALTEÑA MARIANA CARRIZO - “El contenido de las coplas es universal”

La cantante viene de terminar su 11ª gira por Europa. Allí mostró Coplas de sangre, su último disco. “Cada vez que me paro en un escenario de otro país es toda una responsabilidad, porque pasás a ser un país, una cultura, y eso tiene su peso”, señala.

Carrizo ha cantado, entre otros, con Lila Downs, Cecilia Todd, Dulce Pontes y León Gieco, entre otros. 
Por Cristian Vitale

Nació en Angastaco, pueblito pintoresco de los valles calchaquíes, cuando vivían allí no más de quinientos habitantes. De chica, solía ayudar a parar la olla en casa cantando coplas para los turistas que llegaban a San Carlos –una especie de cabecera de la región– para visitar la hermosa cascada de Celia, la finca el Carmen o enharinarse en los carnavales vallistos. Hoy, no muchos años después –pocos más de treinta, apenas– Mariana Carrizo va por su undécimo viaje a Europa, haciendo más o menos lo mismo que aquella niña atrevida, de sonrisa ancha y trenzas por debajo de la cintura. “A veces se torna un poco difícil porque el canto de la copla tiene muchas palabras regionales y según el país donde la cantes, una palabra lleva un significado distinto. Hay que estudiar un poco, mínimo el ‘lunfardo’ de cada lugar. Pero también es cierto que el contenido de ellas es universal. Una copla que habla de la suegra, por ejemplo, cabe en el molde mundial por más que tenga palabras distintas y que tu suegra sea del medio del monte o de la ciudad más grande del mundo”, cuenta ella, acerca de cómo ir del pago al mundo, y de sus pícaras coplas antisuegra. “Cantar una copla en Europa también es algo especial, ya que allá la palabra tiene una presencia y una consideración alta. La poesía está presente en la cotidianeidad, sobre todo en los pueblos, y además porque vino de aquellos horizontes y está en la mayoría de sus obras musicales”, profundiza. 

La memoria está fresca porque la coplera acaba de llegar de su undécima gira transatlántica que, en este caso, fue para mostrar Coplas de sangre, su último disco, en varias ciudades de España. Duró quince días y cantó en Burgos, Valencia, Almería, Barcelona y Madrid. En Burgos lo hizo como invitada de la cantante portuguesa Dulce Pontes. “Cantar con ella es una caricia al alma, es como una sirena”, describe Carrizo, “Nos conocimos en Cosquin, cuando Dulce vino al festival. Nos presentó Juan Cambas, el pianista argentino. Luego me invitó a cantar varias veces y hoy tenemos un vínculo estrecho, que se refleja en el escenario cuando se juntan nuestros pájaros del canto… ella es mar, yo soy montaña, y juntas, unas comadres con fuerza, además de la suma de las cualidades del ‘ser mujer’”, evoca. En Valencia, la acompañaron un pianista salteño radicado allí (Fernando Herrera) y el guitarrista mendocino Miguel Guajardo. En Almería, participó de la presentación del último libro del poeta granadino Antonio Carbonell. En Barcelona, cantó piezas de Yupanqui, Falú y Dávalos, acompañada por el guitarrista de jazz Diego López, y coincidió con Corrandes son corrandes, grupo de improvisadores catalanes, volcados a los cantos mallorquines de zambomba, las letrillas de Folgueroles (ciudad de Cataluña) y las canciones de pandero. “¡Era para estar cantando por lo menos tres días sin parar!”, se entusiasma Carrizo, en pleno trance de memoria corta. “Y el concierto de cierre fue en Madrid, nuevamente con el pianista Fernando Herrera con quien nos divertimos haciendo nuestra música fuera de esquemas, y también celebrando las tradicionales. Esta gira ha sido como otras, pero cada año el vínculo se torna como el vino cuando se va añejando”, asegura la coplera, que también ha cantado con Lila Downs, Cecilia Todd, León Gieco y Dino Saluzzi, entre otros. 

–Es todo un récord que haya cruzado el Atlántico once veces para cantar sus coplas. ¿Cómo podría sintetizar todos estos viajes? 

–Pisé por primera vez España hace quince años. Me había convocado Pepe Criado, poeta, escritor, musicólogo, investigador de la literatura oral y popular del mundo, y en ese tiempo, productor. El me llevó a un festival internacional de poesía improvisada y música de raíz, junto a otros artistas de Africa, Colombia, Italia, Uruguay y Brasil. Desde entonces se fue haciendo una sendita y ya tengo una parte de mi alma en aquellas tierras y personas, sobre todo en el pueblo que habla y canta la vida a través del trovo, o el flamenco. Cada vez que me paro en un escenario de otro país es toda una responsabilidad, porque pasás a ser un país, una cultura, un pueblo y eso tiene su peso, pero me salva el arte que llevo, porque dentro de su poesía y su música está todo eso y mucho más. Cuando canto una copla con la ropita de nuestro pueblo la conmoción es muy fuerte, porque en ese canto se manifiesta el pueblo ancestral, las almas viejas, de aquí y de allá.

–¿Alguna secuencia complicada?

–Bueno, sí. Hay una graciosa pero no grata que es cuando me retuvieron en el aeropuerto de Barajas por portación de cara, trenzas, caja y muña-muña (risas). Estuve cinco horas hasta que me investigaron y recién ahí me dieron luz verde. Una de las dolorosas fue cuando entré por equivocación en un castillo al norte de España. Intentaba ir a un lugar y entré a buscar una indicación por una puerta abierta que en cuanto entré se cerró. Allí quedé, luego seguí a un grupo de turistas que hacía un recorrido por dentro del castillo. La guía relataba con orgullo, como un cuento de hadas, cómo el rey trataba a los esclavos, dónde comían, etc, y contaba en qué lugar del mar el rey no se bañaba porque esa parte el agua estaba contaminada por los indios que traían de América. Me dolieron los huesos, las tripas, salí llorando… el eurocentrismo no ha perdido vigencia, aún. 

La cantora de Angastaco, que lleva sangre indígena, tiene previsto reunir toda esta experiencia en un libro que proyecta publicar a principio del 2018. También piensa recorrer, durante el verano, grandes festivales y pequeños encuentros en Bolivia, Catamarca, Cafayate, Cosquín, San Luis y Neuquén. Eso sí, todo antes de carnaval. “El carnaval es un tiempo de impasse para mí, porque es una fiesta sagrada. En ese tiempo no trabajo, solo voy donde haya copleadas, carpas, señaladas, reuniones en casas de familias, de ‘pueblo’ hasta que la albahaca se marchite, sin más brújula que el torrente de la copla. Y, como dice la canción, sea tiempo de volver”. Otra de sus aspiraciones para el año que entra es editar el sucesor de Coplas de sangre. “Es un disco complejo”, admite. “Hace como tres años que debí haberlo terminado, pero mi obsesión me ha atrapado en los laberintos de las voces que me susurran en las horas de sacar algo en limpio. Algo como dar un mensaje desde esta selva que a veces se torna como el mismo Chaco (salteño): difícil. Pero desde esos rincones estoy volviendo con un ramillete de flores en las manos; distintos colores, sonidos, miradas, paraísos de otras culturas en un solo pájaro, la copla que me ha atravesado desde antes que llegué a este mundo”.

Fuente: Pagina 12

27 de diciembre de 2016

Marginados en “la fiebre del oro blanco”

Según un artículo del Washington Post, “están dejando pobres a los indígenas, mientras que el mundo de la tecnología toma el litio de debajo de sus pies”. El documento involucra regiones de Chile, Bolivia, Jujuy y Salta.


Por: Gaston Poma 

En el aire enrarecido por la sal de aquí, cerca de 13.000 pies sobre el nivel del mar, las poblaciones indígenas de Atacama se enfrentan a una lucha constante.

Ellos pastorean las llamas y cabras en las tierras áridas, tejen sombreros andinos para ganar dinero extra y mastican hojas de coca para combatir los efectos de la altura, el vértigo. Ellos viven en casas de adobe con techos de láminas de metal corrugado y rocas, para combatir los fuertes vientos.

Sin embargo, bajo su tierra ancestral se encuentra una versión moderna del Silicon Valley treasure: el litio.

El metal blanco-plateado es esencial para las baterías de iones de litio que usan los smartphones, laptops y automóviles eléctricos, y la popularidad de estos productos ha provocado una fiebre por la tierra de aquí. Las empresas mineras han ido extrayendo durante años miles de millones de dólares de litio de la región de Atacama, en Chile, y ahora las firmas están en las tierras vecinas de Atacama, en Argentina, para buscar el mineral conocido como "oro blanco".

Pero los indígenas empobrecidos de Atacama han visto poco de las riquezas que se llevan estas empresas.

De acuerdo con los contratos no revelados anteriormente, revisados por The Washington Post, una compañía de litio canadiense-chileno denominada Minera Exar, hizo acuerdos con seis comunidades aborígenes para una nueva mina. Esperan generar alrededor de $ 250 millones al año en ventas, mientras que cada comunidad recibirá un pago anual - que van desde $ 9.000 a alrededor de $ 60,000.

Otra empresa de litio, una empresa conjunta de una compañía minera australiana y Toyota Tsusho de Japón, que comenzó su producción en 2015, hace los pagos en efectivo a la localidad en la que se basa su planta. Un representante de la compañía se negó a dar detalles del contrato, pero dijo que el dinero se ha utilizado para ayudar a construir un pasillo de la escuela.

El mundo se ha vuelto dependiente de las baterías de iones de litio de energía. Sin embargo, la búsqueda desesperada de los ingredientes lleva un alto costo.

En las visitas a las seis comunidades indígenas, que se encuentran en un desierto rodeado de montañas cerca de 25 millas de la frontera noroeste de Argentina con Chile, El Post encontró un sorprendente contraste: empresas lejanas que se benefician de las riquezas minerales mientras que las comunidades, que son dueñas de la lucha por la tierra, deben pagar por los sistemas de alcantarillado, agua potable y el mantenimiento de las escuelas.

“Sabemos que las empresas están tomando el litio y millones de dólares de nuestras tierras”, dijo Luisa Jorge, una líder en Susques, una de las seis comunidades alrededor de las salinas. “Las empresas son conscientes de ello. Y sabemos que deben darnos algo a cambio. Pero no lo hacen”.

Muchos en las comunidades también están preocupados de que debido a las plantas de litio, que utilizan grandes cantidades de agua, se profundice la escasez existente en la región, que recibe menos de cuatro pulgadas de lluvia al año. Al menos una de las seis comunidades, Pastos Chicos, ya tiene que traer agua potable en camiones.

Las comunidades indígenas locales dicen que tienen una conexión espiritual con las piscinas, conocidas como “ojos”, en el salar de Salinas Grandes en la Argentina.

“Es como una broma”, dijo Bruno Fornillo, investigador de la Ciencia y la Técnica Consejo Nacional de Investigación de Argentina que estudia el impacto de la minería de litio. Las empresas “realmente piensan que los indígenas son como piedras en el camino. Si hay un problema, tienen que ponerlos a un lado”.

En respuesta a las quejas, las empresas mineras activas dijeron al Post que siguen las regulaciones ambientales y que el auge de litio ha generado beneficios para los residentes. Ellos apuntan a la creación de cientos de puestos de trabajo e inversiones de cientos de millones de dólares en una de las regiones más pobres deArgentina. Algunas compañías dijeron que también se dedican a actividades de educación y proyectos de desarrollo económico, como la comprobación de que la quinua se puede cultivar en la zona.

“No hay resistencia”, dijo Alex Losada-Calderón, gerente general de ventas de la compañía de litio que se encuentra en Jujuy y que abrió una planta en el salar de Olaroz en 2015. “Desde el principio hemos trabajado muy de cerca con la comunidad local”.

Pero la oposición no es difícil de encontrar. Una pancarta de protesta en la que se puede leer “El litio pertenece a la población local”, recientemente dio la bienvenida a los viajeros, fuera del aeropuerto en Salta, que es frecuentado por ejecutivos de la minería. Camino a las salinas uno se encuentra con un mensaje de pintura en aerosol: “No a la contaminación de las minas”. Y los asentamientos están llenos de personas preocupadas por el futuro.

“Están tomando todo lo que es nuestro”, dijo Carlos Guzmán, de 44 años, residente indígena que lleva un grupo preocupado por la contaminación y el consumo de agua en las minas de litio. “Estas tierras son ancestrales. Vivimos en el presente, de los campos, de nuestro ganado. Esta forma de vida está en peligro”.

El auge de litio - con puestos de trabajo para algunos, con preocupaciones para otros- ha dividido a las comunidades. Ha dado lugar a manifestaciones y demandas. La hermana de Guzmán, Elva, hizo una señal de protesta que parecía destilar la pelea. “No comemos baterías”, dice el cartel pintado a mano. “Toman el agua, la vida se ha ido”.


De las salinas a la tecnología moderna

Es difícil saber a dónde va el litio una vez que se extrae, o en cuales aparatos móviles termina. Sin embargo, hay algunas conexiones.

La operación de venta de Jujuy se negó a decir quiénes son sus clientes, pero es en parte propiedad de Toyota Tsusho, una empresa comercial ligada al fabricante de automóviles que utiliza cada vez más las baterías de iones de litio para autos. El litio proveniente de las salinas de Jujuy también puede ser vendido a Panasonic, de acuerdo con un comunicado de prensa anunciando el proyecto de litio. Panasonic ha hecho baterías para Toyota y para el fabricante de automóviles eléctricos, Tesla.

Toyota dijo en un comunicado que no compra el litio directamente, sino que trata de minimizar el impacto que provocan los proveedores en las comunidades locales, "y vamos a pedir a nuestros proveedores que tomen medidas para evitar el uso de ciertos materiales, si hay una preocupación acerca de su procedencia."

La otra empresa de litio, Minera Exar, es propiedad en parte de SQM, una empresa minera chilena que es de las productoras de litio más grandes del mundo. SQM se encuentra en la cadena de suministro de Apple, según un ejecutivo de la industria.

“Apple está profundamente comprometido con el abastecimiento responsable de los materiales que usamos en nuestros productos, y trabajamos duro para asegurar que nuestros proveedores se adhieran a las normas más estrictas en la industria”, dijo Apple en un comunicado, en respuesta a las preguntas de The Post. “Vamos a lanzar pronto evaluaciones in situ de los principales productores de litio y los que no puedan cumplir con nuestros estándares serán removidos de nuestra cadena de suministros. Apple va a seguir trabajando duro para elevar los estándares, proteger los derechos humanos y proteger los lugares donde se encuentran estos materiales”.

Minera Exar defendió su relación con las comunidades locales, señalando que sus contratos con ellos también incluyen capacitación para el trabajo y se compromete a tratar de contratar a los trabajadores locales. La compañía dijo que también ha gastado más de $ 241.000 en los últimos dos años en proyectos locales, como un edificio de la comunidad en Pastos Chicos.

“Somos completamente obedientes con todo”, dijo John Kanellitsas, presidente de Lithium Americas, el socio de Canadá en la empresa conjunta detrás de la operación de Minera Exar.

En términos más generales, sin embargo, la cadena de suministro de litio está oscurecida por la negativa de las empresas de consumidores de divulgar sus proveedores. Unos pocos, como Pulead, un fabricante de piezas de batería, respondió a las preguntas acerca de las fuentes. Albemarle, el mayor productor de litio del mundo, da a conocer sus principales clientes. Apple publica una lista de sus principales proveedores. Pero la mayoría se negó a revelar sus fuentes o clientes.

Samsung no respondió a las reiteradas solicitudes de comentarios. Tesla no identificó que las empresas suministran el litio en sus baterías de coche.

"Tesla se ha comprometido a garantizar que todas las prácticas de suministro son seguras y humanas," dijo una portavoz, Alexis Georgeson, en un comunicado.

Rastreo del litio en tu tecnología

La industria de las baterías de iones de litio tiene una cadena de suministro masivamente complicada. Cada compañía de los consumidores se ha ocupado de múltiples proveedores, y sus proveedores han ocupado de múltiples proveedores.


Un mercado al rojo vivo

Es un buen momento para poseer una planta de litio. El mercado es febril, con precios de contratos de hasta 250 por ciento en los últimos cinco años y a menudo aumentado. Este verano, Sales de Jujuy descargó un lote de 60 toneladas de carbonato de litio de $ 20.000 por tonelada, el doble por lo que normalmente se vende.

Ahora, se están elaborando planes con hasta el doble de capacidad de la planta de 34.000 toneladas al año.

Eso será bueno para la gente local, dijo Losada-Calderón, gerente general de la planta, que se encuentra en el salar de Olaroz.

Además indicó que el 65% de los empleados de la planta provienen de las comunidades indígenas, a pesar de que estas operaciones -que succionan agua de litio rica desde el subsuelo- requieren muchos menos trabajadores que las minas tradicionales. La compañía también ha hecho $ 80.000 en microcréditos sin intereses para que los locales pongan en marcha empresas contratistas, para servicios tales como la restauración de la planta. Se dice que ha proporcionado servicios médicos y dentales para los 2.000 residentes locales.

Debido a los puestos de trabajo que ofrece, muchos entre los indígenas de Atacama están contentos con la llegada de la minería de litio. Cada posición paga alrededor de $1000 al mes, un salario típico en Argentina y uno muy bueno en esta región. En Olaroz Chico, uno de los seis pueblos de aquí y el que se encuentra más cerca de las plantas, muchos expresaron su satisfacción por las operaciones de litio.

"Sin litio, estaríamos muertos de hambre", dijo Apolinar Nieva, que ha trabajado durante años como minero. Las compañías de litio se preocupan por sus trabajadores mucho más, dijo. "Las plantas de litio nos dan la comida, nos dan uniformes. Ellos realmente están haciendo las cosas legalmente. Y deberían, porque parte de la tierra que están usando pertenecen a la comunidad".

En la escuela primaria local, la maestra María Donigian dijo que ha notado nuevas ventanas y puertas de madera en algunas de las casas de adobe en Olaroz Chico. Sus escolares parecen estar mejor vestidos que antes.

"Hay un lado bueno y un lado malo en la minería", dijo Donigian. El lado bueno es el beneficio económico, el lado malo es la posible escasez de agua y la contaminación. Incluso más allá de eso, muchos se preocupan de lo que ocurrirá en 20 o 40 años, una vez que las compañías de litio agoten las reservas.

La planta de Sales de Jujuy está construida en tierras comunales de Olaroz Chico. A cambio, la comunidad recibe ayuda con proyectos locales, dijo Miguel Soriano, líder de la comunidad. Se le preguntó si la ayuda era de un valor de hasta $ 50.000 al año. Él rió. "No", dijo. "De ninguna manera."

Richard Sevilla, director ejecutivo de Orocobre con sede en Australia -que posee Sales de Jujuy con Toyota Tsusho, junto con una pequeña participación en poder del gobierno provincial- se negó a decir cuánto se le paga a Olaroz Chico.

Un punto dulce de litio

Las baterías han evolucionado rápidamente en los últimos años, pasando a través de diferentes combinaciones químicas -de plomo-ácido de níquel e hidruro metálico a (ahora) litio-ion.

El atractivo de un ion de litio es su pequeño tamaño. Un ion de litio puede transportar una carga positiva en un espacio pequeño. Para ser exactos: Un ion de litio es la 76 billonésima parte de un metro de radio; los iones de sodio, los cuales están siendo explorados para su uso en baterías, son la 102 billonésima parte de un metro, o alrededor del 34 por ciento más grande.

La ventaja de tamaño significa no sólo que las baterías pueden ser más pequeñas, sino que también puede cobrar más rápidamente. La velocidad de carga procede en parte de la capacidad de un ion de litio para caber en medio de lagunas en otros componentes de una batería, dijo Donald Sadoway, profesor de materiales de química en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Cantidad de litio en diferentes aparatos

La salmuera de litio fue descubierta en la región andina en 1962, cuando una compañía minera de Estados Unidos la encontró mientras exploraban el agua, en un lugar llamado Salar de Atacama, en Chile. También se descubrió en porciones cercanas de Argentina y Bolivia, formando lo que hoy se conoce como el "Triángulo de litio".

Las baterías de litio funcionan como otras baterías -hay un electrodo positivo y un electrodo negativo, y los electrones se mueven de un extremo a otro, creando una carga. La diferencia está en los materiales en el interior, lo que las hace más ligeras, más duraderas y recargables.

No fue hasta la década de 1970, sin embargo, cuando el litio se considera útil para la tecnología nuclear, que los inversores y el gobierno chileno decidieron aprovechar la oportunidad.

El gobierno, encabezado por Augusto Pinochet, declaró que las reservas de litio estaban bajo su control en 1979. A continuación, se asoció con una empresa estadounidense, Foote Mineral, para extraer y vender el mineral. Foote tenía la tecnología -desarrollada en su planta de Silver Peak, Nevada- para la conversión de salmuera de litio en formas útiles.

Desde que comenzó en el lugar en la década de 1980, Foote -que poco después compró la parte del gobierno- y sus empresas sucesoras han extraído unas 300.000 toneladas de carbonato de litio de debajo de las tierras ancestrales de la gente de Atacama.

A precios actuales, el valor de mercado del carbonato de litio ronda los miles de millones de dólares.

Hasta 2015, la operación de litio, ahora propiedad de Albemarle, no estaba obligada a realizar ningún pago a la gente de Atacama. Sin embargo, en 2012 el equipo comenzó a hacer algunas mejoras en la infraestructura a las comunidades cercanas y, en virtud de un nuevo acuerdo, Albemarle hizo en 2016 el primer pago de una suma no revelada a los grupos indígenas. Los pagos se supone que equivaldrían a un 3 por ciento de las ventas anuales y continuarán así lo que dure el nuevo contrato, que está pendiente de aprobación final del gobierno.

"No hay duda de que el acuerdo original con Foote era injusto para Chile y para las comunidades aborígenes", dijo Juan Carlos Zuleta, analista de la industria de Bolivia que sirvió en la Comisión Nacional de litio de Chile.

La fiebre del litio en estos días es alimentada por el aumento de la tecnología móvil, que ha dado lugar a una subida de los precios y, a su vez, atrajo a las empresas mineras a la Argentina.

La fiebre fue provocada en parte por Tesla, que en 2013 anunció planes para construir una batería de litio-ion de la batería "Gigafactory" en Nevada. En pocos años, la compañía ha dicho, la instalación producirá mayor cantidad de energía de batería que la cantidad que el mundo entero hizo en 2013.

Se espera que la demanda de litio se triplique para el año 2025, según Deutsche Bank y Goldman Sachs.


"Si nos fijamos en las proyecciones de crecimiento, se necesita una nueva planta de litio de cada 12 a 16 meses en este momento", dijo el consultor de minería de litio-Joe Lowry.

Argentina es el tercer productor de litio del mundo, por detrás de Australia y Chile. Se espera que Chile de un salto durante la próxima década. Una docena de empresas están explorando salinas de la Argentina, impulsados por el incremento exorbitante del precio del litio y un nuevo gobierno nacional de negocios.

"Este es el centro del universo del litio en este momento", dijo Iain Scarr, vicepresidente de la AC con sede en Vancouver, Milenario de litio, que está cavando pozos en salar de Pastos Grandes de Argentina.

“Este es un lugar sagrado”

La capacidad de atacameños para participar en los beneficios del litio se ve comprometida por los derechos minerales complejos -en Argentina, el gobierno provincial es su propietario.

Sin embargo, los atacameños tienen derechos legales, también, porque una empresa necesita el permiso del propietario del terreno para excavar en busca de minerales.

Un problema es que la provincia carece de un proceso formal de negociaciones entre las comunidades indígenas y las empresas mineras, aunque funcionarios del gobierno dijeron que quieren desarrollar uno.

En la provincia de Jujuy, donde se encuentra el salar de Olaroz-Cauchari, el secretario de Minería Miguel Soler dijo que su oficina tiene cuidado de no tomar partido.

"Tenemos que apoyar a las empresas", dijo Soler, señalando que él trabaja para la oficina de la minería, no la oficina de prevención de la minería. "Pero también apoyamos a las comunidades".

Varias medidas adoptadas en las últimas décadas parecen apoyar a los atacamas “para recibir los beneficios de litio”.

En 1994, el país cambió su Constitución para reconocer los derechos de los indígenas. Y en 2000, Argentina adoptó una norma internacional sobre los pueblos indígenas que requiere, entre otras cosas, que en los casos de la minería, "a los pueblos interesados deberá serles siempre posible participar en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de tales actividades".

Jujuy comenzó la formalización de los títulos de propiedad de las comunidades indígenas en el año 2003, por lo que es una de las primeras provincias en hacerlo. Sin embargo, los problemas persisten. Los grupos indígenas han luchado durante seis años para prevenir la minería de litio del pintoresco salar Salinas Grandes.

"Nuestros abuelos nos enseñaron que este es un lugar sagrado. Es parte de la Pachamama ", dijo Nelda Lamas, 26, del Santuario de Tres Pozos, cerca de Salinas Grandes. La Pachamama es la diosa de la tierra Inca, venerado por muchos indígenas. "Es por eso que no queremos ver este lugar destruido."

Recientemente, el interés de la minería en las Salinas Grandes se ha renovado. Y el gobierno provincial dijo que tiene la intención de permitir la minería de litio en el futuro próximo.

Firmar, después arrepentirse

Pareciera que las negociaciones con las empresas mineras han sobrepasado a muchas de las comunidades.

El Post trató de hablar con varios de los líderes de las comunidades en los seis pueblos que firmaron el acuerdo de Minera Exar.

Yolanda Cruz, una de las líderes de la localidad de Catua, dijo que firmó el contrato con Minera Exar, pero ahora lo lamenta. En ese momento, ella valoraba la oportunidad de crear puestos de trabajo para su pueblo. Pero ahora se preocupa porque “se va a quedar sin nada”, dijo.

“Lo que pasa es que las empresas nos están mintiendo - esa es la realidad. Y a veces simplemente hay mantener la boca cerrada”, dijo. “No decimos nada, y entonces somos los afectados con el paso del tiempo”.

Un niño juega en su casa en la localidad argentina de Susques, el mayor de los seis asentamientos a lo largo de los planos de la sal Olaroz-Cauchari.

Carlos Quispe, que firmó por Pastos Chicos, dijo que Minera Exar ha ayudado a construir una extensión del centro comunitario y ha ayudado con otros proyectos. Sin embargo, dijo, la comunidad debería haber buscado una mayor cantidad de lo que ofrece la compañía de litio. Cuando firmó hace varios años, dijo, no estaba claro cuánto se ganaba con el litio.

“Nos gustaría negociar por más”, dijo Quispe, quien trabaja para Minera Exar. “Podríamos utilizar un sistema de alcantarillado”.

En Puesto Sey, otro de los seis pueblos, Rosana Calpanchay dijo que no tenía tiempo para hablar cuando un reportero del Post se detiene por ahí. Pero Néstor Arjona, presidente de la Comisión de la Comunidad, dijo que Calpanchay firmó el contrato porque estaba mirando hacia afuera para su trabajo en Minera Exar, no para su comunidad.

“Ella trabaja para Exar - ella tenía un interés personal”, dijo Arjona. “La comunidad está enojada con ella ahora”.

Calpanchay no respondió a las consultas en busca de comentarios adicionales.

"Ellos nos están tomando el pelo"

Exar tiene previsto iniciar la construcción de una planta de litio-salmuera por $ 400 millones el próximo año. La producción es para comenzar en 2019, llegando a 25.000 toneladas de carbonato de litio al año. Eso sería unos $ 250 millones anuales, a los precios actuales.

Los contratos de Exar con las seis comunidades locales prometen que una vez que la producción de litio se haya iniciado, los pagos anuales serían de unos $ 9.000 a la comunidad Catua; alrededor de $ 12.000 para Susques; alrededor de $ 25,000 por Puesto Sey y Huancar; $ 47.000 para Olaroz Chico; y $ 59.000 para los Pastos Chicos. Las figuras deben ser ajustadas por la inflación.

Cada comunidad recibe pequeñas bonificaciones para determinados hitos, como la firma del contrato.

En el momento en que la planta esté funcionando, Exar habrá pagado alrededor de $250.000 a los grupos indígenas. Y después de eso, las seis comunidades compartirían un total de alrededor de $178.000 cada año.

Muchos residentes indígenas no tenían conocimiento de los contratos, aprendieron acerca de ellos por los reporteros del Post que fueron capaces de revisar los documentos en la oficina de Minería de la provincia.

Héctor Luzco, que sirvió como un líder regional cuando se firmaron los contratos, no tenía idea de que se suponía que a las comunidades locales se les pague por las empresas mineras.

Los beneficiarios incluyen la ciudad natal de Luzco de Huancar.

Huancar es un pueblo polvoriento de 400 personas donde la ropa y los alimentos se intercambian varias veces. Luego de que Luzco pudo leer un resumen del documento proporcionado por The Washington Post, se dejó caer en su silla. “Estoy realmente impresionada con esto”, dijo.

Hasta finales de 2015, Luzco había servido como alto funcionario del gobierno de la región. Representó a las seis comunidades indígenas.

Una vez al tanto de que Exar debía pagarle a Huancar, dijo que sabía exactamente lo que iba a hacer con el dinero.

“Podríamos poner la calefacción en la escuela. Los niños se congelan en invierno”, dijo Luzco. “O construir un matadero”, algo que es más práctico e higiénico, para que puedan vender su llama y carne de cabra.

Cuando Sales de Jujuy comenzó la construcción en 2013, Luzco posó para las fotos de corte de cinta con funcionarios corporativos y dignatarios que habían viajado desde Australia y Japón. Su participación dio credibilidad a una empresa que algunos residentes locales vieron con recelo.

Al año siguiente, Luzco posó para más fotos en el salar, esta vez para la apertura de la planta piloto de Exar.

Ahora Luzco dijo que se sentía traicionado. "Es como que nos están tomando el pelo", dijo.

Preocupaciones por el agua

Posiblemente peor que ser excluidos de la bonanza mineral, algunas personas indígenas dicen, es la posibilidad de que las empresas de litio puedan exacerbar la escasez de agua existente. Ya la zona ha sufrido una sequía de varios años.

A principios de este año, en Huancar, residentes hicieron barricadas en la carretera cercana, después de perder el suministro de agua del pueblo durante más de 50 días. Con el tiempo, el gobierno provincial ha instalado un pozo de agua nuevo.

Mientras que los científicos están divididos e indecisos acerca de los efectos ambientales de la minería de litio, no se discute que la refinación de litio depende de cantidades enormes de agua. La concentración de la salmuera, que contiene sólo trazas de litio, requiere la quema de grandes cantidades de agua, y aún más se necesita para lavar el producto terminado. Una tonelada de litio requiere en general tanto como 500.000 galones de agua.

En la planta de Sales de Jujuy, por ejemplo, los pozos de la bomba funcionan a una velocidad de más de 2 millones de galones por día.

Los pozos se alimentan a través de mangueras gruesas y negras que se extienden como tentáculos. Las mangueras desembocan en una serie de estanques de evaporación rectangulares que rodean la planta. Los estanques cubren casi dos millas cuadradas y están llenos de agua que se extiende en color turquesa y azul celeste, como vistas desde diferentes playas tropicales.

La minería de litio es “realmente minería que utiliza montañas de agua”, dice Daniel Galli, profesor argentino de la termodinámica, durante una reunión científica en San Salvador de Jujuy, la capital provincial.

Los científicos que han investigado los problemas del agua a través de tierras ricas en litio de Atacama -que abarcan la frontera Argentina-Chile- advierten que los efectos de la minería de litio en el agua local no están claros.

Por el lado de Chile, donde la minería de litio-salmuera ha estado sucediendo desde la década de 1980, hay por lo menos algunas señales de que las partes de los lagos de sal han ido disminuyendo de tamaño.

De acuerdo con un reciente artículo de David F. Boutt, profesor de geociencias en la Universidad de Massachusetts en Amherst, y sus colegas, la teledetección muestra que el área superficial de las dos lagunas de agua salada en el Salar de Atacama disminuyó lentamente entre 2003 y 2015.

Boutt, cuyo trabajo ha sido apoyado en parte por Albemarle, advirtió que la causa de la contracción es desconocida. Dijo, por ejemplo, que la falta de precipitación durante el período medido podría haber sido una razón. Pero si las lagunas siguieran disminuyendo, podrán tener efectos sobre la flora y fauna.


“Está claro que ambas compañías [SQM y Albemarle] infringen las normas sobre el uso de agua para la extracción de litio”, dijo Marcos Espinosa, miembro de la Cámara de Diputados del país, a los medios locales en noviembre. Si las normas bien establecidas estaban siendo seguidas, dijo, "no habrían ocurrido los problemas ambientales que tenemos en el Salar de Atacama."

Por el lado de Argentina, Victoria Flexer, que lidera un nuevo centro público de investigación, se centró en la tecnología de baterías de iones de litio de minería de litio con sede en la provincia de Jujuy. Dijo que los científicos están divididos sobre los efectos de la minería de litio. Algunos, dijo, piensan que el bombeo de agua de salmuera de la planta no tendrá ningún efecto. En este punto de vista, los cachés subterráneos de salmuera de litio están completamente cerrados de las otras fuentes de agua de los que el Atacama y sus rebaños dependen, por lo que la extracción de la salmuera no daña a ningún ser vivo. Además, el agua salada es inútil, aclaró.

Otros científicos proponen que los acuíferos de litio-salmuera podrían estar conectados de alguna manera con las otras fuentes de agua. Y si están conectados, es posible que el agua dulce vuelva a llenar los espacios remotos que son vaciados por bombeo de salmuera, y se reducirían los recursos hídricos disponibles para los residentes.

“No hay pruebas de que esto va a suceder, pero no tenemos la prueba en la otra dirección”, dijo Flexer. “Así que no podemos decir que esto no dañará el medio ambiente si seguimos haciendo esto”.

Elevando aún más sospechas entre los locales, las empresas de litio han sido multadas por violaciones al medio ambiente.

En agosto, Soler, el secretario de Minería, multada a Sales de Jujuy por $1,4 millones por cambiar, sin permiso, la forma en que estaban perforando en el salar. Una parte de la multa fue también por derramar las aguas residuales en la costra de sal blanca. Orocobre, la empresa que gestiona Sales de Jujuy, dijo que está disputando la multa y negó que se haya roto alguna regla.

En octubre, la oficina de Soler multa a Exar alrededor de $190.000 por no hacer todo su muestreo ambiental trimestral requerido, pruebas que examinan la calidad de salmuera y la condición del salar. Exar declinó hacer comentarios sobre este tema.

La lucha ha tensado las relaciones

Las preocupaciones sobre el agua consumen a Elva Guzmán. “La cantidad de agua que utiliza la industria minera nos asusta”, dijo.

Ella vive en Susques, el más grande asentamiento cerca de las salinas Olaroz-Cauchari. Sirve como la capital de la región, con una pequeña clínica médica, un puñado de restaurantes, un cajero automático y la iglesia más antigua de la provincia, la Virgen de Belén, construida en 1598, con vigas de cactus.

Susques, a sólo 25 millas del salar, es también el hogar de Colectivo Apacheta, un grupo que se opone a la minería. El nombre hace referencia a la tradición Inca de la construcción de un pequeño montón de piedras en honor a la Pachamama. El grupo se compone de criadores de ganado que dicen que el agua ha desaparecido en los últimos años.

El grupo ha contratado a un abogado, Jorge Iglesias, que aprendió acerca de lo que ha pasado en las salinas cuando se topó con Susques siendo turista.

“La minería nunca debería haber sido aprobada”, dijo Iglesias recientemente.”Creemos que se están aprovechándose de la ignorancia de los indígenas sobre este tema”.

Iglesias y Colectivo Apacheta acudieron a los tribunales en 2014 para oponerse a la aprobación del gobierno de las minas de litio, alegando irregularidades “irreparables” en el proceso de aprobación y el argumento de que las comunidades locales no fueron notificadas adecuadamente sobre el proceso. El tribunal desestimó la demanda el año pasado.

Iglesias quiso apelar. Pero Colectivo Apacheta no tenía suficiente dinero.

En Susques y otras zonas indígenas, la lucha ha tensado las relaciones en un lugar dominado por una forma de vida comunal que se extiende incluso a derechos sobre la tierra. Las familias han sido fracturadas también. La mitad de los Guzmán favorecen las minas, los otros son miembros del Colectivo Apacheta. “Ha habido una división en la comunidad”, dijo Carlos Guzmán. “Las dudas, la desconfianza, la pérdida de respeto”.


Publicado en:  FM NOTICIAS

BATALLA DE TUCAPEL - Muerte de Pedro de Valdivia por las fuerzas militares Comandadas por el Toki Levtraro


Hace 463 años ocurrió la batalla de Tucapel, donde Lautaro apresó a Pedro de Valdivia y derrotó al ejército Español. Reproducimos colaboración que nos hicieran llegar a La Izquierda Diario.


Por Ñielole mapv mvleay aukañ

El 25 de diciembre de 1553 aconteció una de las primeras y más importantes gestas realizadas por el ejército del pueblo mapuche, frente a la ocupación y dominación que pretendía el imperio español sobre esta Nación.

14 años iba a cumplir la llegada del invasor extranjero a nuestro wallmapu, desde los primeros contactos reinaba en nuestro pueblo el desconcierto y el miedo pero principalmente el desconocimiento de este nuevo enemigo, sin duda que antes pudieron existir confrontaciones con otros pueblos, pero a poco andar nuestros principales longko comprendieron que este nuevo enemigo, no venía solo para quedarse, sino a esclavizar y exterminar de una forma nunca antes vista.

Pese a esta convicción, hasta ese momento los intentos por hacer frente al poderoso y moderno ejercito español habían sido vanos, cundía en las filas del ejército mapuche miedos y mitos sobre estos soldados lo que impedía hacer frente de manera correcta en los combates. Debido a esto, corrido el año 1553, Pedro de Valdivia gobernador español [Capitanía General de Chile] lograba con relativa facilidad instaurar su estrategia de fuertes y vías de comunicación, llegando hasta lo que hoy es Angol.

Unos diez años antes el ejército español había capturado a un adolescente mapuche. Y Valdivia lo hizo su paje. Su nombre, Levtraro [Lautaro], hijo de Currillanka, Longko de Lavapie.

Sobre las vivencias de Levtraro durante su cautiverio con los españoles no se conoce mucho pero se puede inferir que al convivir con ellos comprendió que eran débiles igual que todo hombre, comprendió la utilización del caballo y principalmente su dinámica militar, forma de vida y puntos débiles.

Un par de años después Levtraro escapó, llevando consigo armas, caballos y regreso con su gente. No se conoce como logró ascender al mando del ejército, que en ese entonces era comandado por Kallfullikan Toki de Pilmaiken. Las condiciones para ascender en el ejército reche no eran fáciles y requería tiempo y apoyo de los diversos butalmapus. Entendemos que bajo las condiciones de la guerra en la época el ejército mapuche estaba más concentrado y el mando más centralizado lo que debe haber facilitado a Levtraro, demostrar su conocimientos y convencer a las autoridades mapuche de sus ideas revolucionarias.

En breves palabras Levtraro introdujo un cambio radical en el ejército, lo ordenó en escuadras y divisiones, cada una con un mando, fomentó el orden y la disciplina, creó nuevos tipos de armas acordes al enemigo y organizó divisiones especiales como los “laceadores” columna de weychafes especializados en derribar jinetes españoles. Introdujo en los mandos la “economía de fuerzas”, la idea de el repliegue estratégico, creó un servicio de inteligencia y espías esparcidos por todo el territorio que recolectaban información. Hizo entender a los Weychafe que era importante prolongar el combate mediante embates de distintas divisiones una tras otra, ya que el peso de las armaduras contribuía al cansancio de las tropas enemigas. Las estrategias de levtraro son hoy estudiadas en las mejores academias militares del mundo.

Llegado el año 1553 y el ejército mapuche había alcanzado su máximo nivel. Mediante el servicio de inteligencia Levtraro se enteró que Valdivia marcharía hacia el sur a mediados de diciembre y comprendió que era el momento indicado.

A fines de noviembre el ejército mapuche aniquiló completamente el fuerte de Tucapel y cortó todas las comunicaciones del fuerte de Purén, de modo que Valdivia partió a Tucapel en total desconocimiento de estos hechos, con la intención de reunirse allí con Gomez de Almagro que supuestamente venía de Purén, el día de Navidad.

La marcha del ejército español fue monitoreada en todo el camino por el servicio de inteligencia del ejercito mapuche quienes lo dejaron marchar sin problemas. Extrañado por la calma que reinaba en su viaje Valdivia arriba al fuerte de Tucapel el 25 de diciembre de 1553 dándose cuenta con estupor que estaba completamente destruido. En momentos que se disponía armar su campamento es sorprendido por la primera división del ejército mapuche; con dificultad los españoles repelen el ataque y los weychafe se retiran.

Cuando Valdivia ya saboreaba la victoria una nueva división del ejército mapuche cae sobre ellos, esta situación ocurre una y otra vez.

Desde una colina Levtraro observaba la situación, al toque de Kull-Kull el ejército mapuche se retira dejando libre la retirada a los españoles; en ese momento aparece Levtraro y corta la retirada a Valdivia quien es capturada y hecho prisionero de guerra.

Juicio y Ejecución de Valdivia

Existen muchas versiones sobre la muerte del conquistador español, muchas rayadas en lo mitológico y otras que apelan a un salvajismo y al típico prejuicio.

La realidad es que Pedro de Valdivia originario de la región de Extremadura, España, fue capturado por orden del Toki General Levtraro; fue tratado en todo momento como prisionero de guerra y conducido a un sitio determinado donde según el Ad Mapu (ley mapuche) fue sometido a un consejo de guerra y a un juicio donde en virtud de su responsabilidad sobre los asesinatos masivos de mapuche, esclavitud en lavaderos de oro, crímenes de guerra, invasión y ocupación del territorio fue condenado a ser ejecutado y fue decapitado. Como dato, el cráneo del conquistador español fue devuelto medio siglo después al ejercito español por el Toki Pelantaru en unas paces firmadas con la corona española, como signo de paz.

Luego de estos hechos el ejército reche comandado por el Toki General del ejército mapuche arrasó completamente con todas las ciudades españolas hasta la zona del Maule, Levtraro planteó que al invasor no solo debía hacerlo retroceder, sino que era necesario destruirlo completamente.

Con este precedente comienza la centenaria guerra de liberación desarrollada por el pueblo mapuche para defender su vida y su libertad, guerra de liberación que hasta hoy continua y que corresponde a los weychafe de este tiempo continuar con la tarea y el ejemplo imborrable que nos dejara nuestro peñi/lamien Toki Levtraro.

Continuemos siempre ejercitando nuestra memoria, respetando y honrando el ejemplo, el esfuerzo, el trabajo y la inteligencia de estos guerreros que nos dejaron un ejemplo de dignidad y valentía que nos acompañara siempre en nuestra existencia como Nación. Rendimos un homenaje a nuestro ejército mapuche que supo poner en lo más alto la bandera de nuestra nación la Wuñellfe, nuestra verdadera bandera que es nuestro deber también llevar siempre adelante, hasta izarla en el ultimo fundo, en el ultimo predio forestal, en el último edificio winka que quede en nuestro territorio liberado.

23 de diciembre de 2016

Misiones: Problemas sociales acentúan la discriminación hacia el pueblo mbya

El cacique de Ysyry y el representante de Aguai Poty explicaron que la situación en la que se vieron sumergidos en Mado-Delicia afectó la relación con el pueblo. Insisten en acusaciones falsas.


EN DEFENSA DE SU TIERRA. Comunidades mbya participaron de una audiencia pública en la capital misionera, donde expusieron su mirada (Foto: J.C. Marchak)


Mientras rige la medida de “no innovar” en el lote 89 y aún está latente el pedido de nulidad del relevamiento por el cual se otorgan 1.080 hectáreas a dos comunidades mbya, el cacique de Ysyry, Dalmacio Ramos, y el representante de Aguai Poty, Kleiton Duarte, pidieron al Estado “una pronta solución” y que quienes aborden la problemática lo hagan con responsabilidad, “porque mucho de lo que se dijo no es verdad”.

“Las dos comunidades tenemos el mismo conflicto, queremos pedirle al Estado que se solucione nuestro problema porque hay mucha palabrería, estamos pasando demasiadas críticas, discriminaciones, amenazas y necesitamos que sea responsable, estamos sufriendo mucho, no sabemos qué viene después, no sabemos qué va a pasar”, dijo aPRIMERA EDICIÓN Ramos.

Tanto Ramos como Duarte hicieron hincapié en como mbya no buscan pelear ni estar involucrados en discusiones tan fuertes; menos aún estar siempre resistiendo, porque “se habló mucho en público, en la radio, pero las comunidades en ningún momento reaccionan mal, por eso queremos que el Estado se ocupe pronto y se arregle nuestro problema”.

“Las amenazas son constantes, uno a veces tiene miedo de salir de compras, la radio municipal se expresa de una manera muy discriminativa, eso “nos afectó bastante, porque hay un problema, pero ellos lo sobrepasaron, hablaron cosas que no hicimos. Deben ser responsables con lo que se dice”, apuntó Ramos.

La coordinadora nacional del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa), María Josefa “Kiki” Ramírez, por su parte, aclaró que “el comité contra la discriminación de la ONU, cuando se refiere a los territorios indígenas, dice que el principal factor por el que sucede la discriminación es la falta de territorios y la falta de seguridad e insta a que se hagan los relevamientos”.

Ramos explicó que el problema no está en que lo llamen “indio”, sino el tono con que se utilizan las palabras. E hizo hincapié en que problemas como este acentúan la discriminación; “hablan que somos intrusos, que venimos a robar la tierra, que robamos gallinas, frente a la gente de Mado somos de otro mundo”.

Y ejemplificó: “El Intendente de Mado dijo ‘vamos a luchar por la gente del pueblo y a tratar de reubicar a las comunidades’, como si fuera que no somos personas. También dijo ‘tranquilos, esto se va a solucionar, la Provincia está a favor de la gente’; ¿no somos gente acaso?”.

“Me dolieron mucho en el corazón las mentiras que se dijeron, cuando se relevó sólo se hizo en todo el sector del monte, cuando hubo problemas el Intendente aseguró que el relevamiento abarcó el barrio, eso no es así y ahora somos atacados por los vecinos”.

Audiencias públicas

Tímida, con la voz quebrada y en guaraní, la anciana de la aldea Ka’a Poty contó a este Diario que por primera vez vino a la ciudad, movida por la preocupación y por la necesidad de hacer algo habló en la audiencia pública, convocada el martes pasado, por el Ministerio de Ecología, que si bien no es vinculante tiene la obligación de llevarlas a cabo para autorizar o no la extracción y el corte de árboles en territorio de comunidades indígenas.

“Es muy difícil venir a plantear lo que siente, cada corte de madera para ella es una pérdida de vida, al monte se le terminan las frutas que comen los niños, la miel, se van los animales”, dijo a su traductor y nombró al “kochi” (pecarí labiado), considerado sagrado por los mbya y que comienza a verse deambular por la zona después de mucho tiempo.

“Ver, cazar el kochi para ellos es muy importante espiritualmente, que los ejemplares se vayan les causa mucho dolor”, explicó Kiki Ramírez.

E insistió en que estas audiencias se hicieron desde la interculturalidad o lo más cercano posible y es algo que importa, porque es un logro de las comunidades. 

En esta ocasión se encaró el perjuicio a Arroyo 9, de la mano de una empresa perteneciente a Pablo Tschirsch y Carba, de la que participaron representantes de Ka’a Poty, Ka’a Kupe, Yychyry, Ka’a Miri Rupa, Aguai e Yvytu Pora.

Lamentablemente, “cuando hace una evaluación de impacto no se toma en cuenta el daño cultural que esta extracción va a producir”, mencionó Ramírez e insistió en que “no se hizo ningún estudio antropológico para ver cuál es el modo de uso, las costumbres, la cultura, se tuvo sólo en cuenta el impacto ambiental desde la concepción no indígena pero nada de lo social o cultural, eso faltó; por eso esperan que “el Estado provincial tenga en cuenta lo que escuchó”.